[Críticas] [Series] The Flash: Kadima

Esta semana ha regresado  “The Flash” después de que su primera temporada terminara en mayo. Una temporada que, para el que escribe estas líneas, la convirtió en la mejor serie de superhéroes del momento, por lo tanto había cierta expectación por ver cómo iban a regresar, más aun teniendo en cuenta las diferentes novedades.

La respuesta la tenemos con “The Man Who Saved Central City”, un capítulo con luces, sombras pero que mantiene el ritmo de la serie.

Tenéis más sobre mi opinión tras el salto, pero advierto de que hay spoilers.

Antes de mirar hacia adelante

Desde el primer segundo hasta el final asistimos a una especie de epílogo de la primera temporada, donde se profundiza en las consecuencias del combate final entre Flash y su Reverso.

Por lo tanto no estamos ante un estreno de temporada al uso aunque ya se plantan las bases de la nueva amenaza a la que se tendrá que enfrentar Barry. Se equilibra con cabeza ambas facetas pero a veces se nota que han preferido centrarse en cerrar las tramas pendientes antes de abrir las nuevas.

Un caso claro es el de Henry. Sacar a su padre de la cárcel fue una de las principales motivaciones de Barry durante toda la anterior temporada, en esta ocasión lo solucionan magníficamente con una escena que añade una capa más de profundidad a la fantástica relación Barry Allen-Eobard Thawne, si eso era posible.

Sí que es cierto que el final del personaje de Henry está bastante cogido por los pelos, y es que si no querían mantenerlo en la serie siempre podrían haberlo mantenido en un segundo plano haciendo su vida. De todos modos ya han confirmado que seguirá apareciendo por lo que a efectos prácticos es lo mismo.

Tampoco consiguen la carga dramática necesaria cuando descubrimos quien fue el verdadero hombre que salvó Central City. Lo que debería ser uno de los momentos del episodio se queda en algo triste pero transitorio, las consecuencias se notan porque es la base de este estreno pero debido a que apenas se le dedican cinco minutos no consiguen la carga dramática necesaria.

Un team Flash destruido y la herencia comiquera

Los actores siguen en su línea y se nota que se encuentran todos cómodos con sus personajes. Recuperamos a toda la pandilla cuando han pasado seis meses y se nota, podemos ver como cada uno ha procesado lo ocurrido a su manera y gran parte de los 45 minutos se dedican a recuperar el grupo sólido que se quedó en el final de temporada.

Mención especial a Grant Gustin que, sin ser el mejor actor del mundo, consigue transmitir con convicción la alegría de salvar a su padre o la pena de tener que tomar medidas drásticas con un Atom Smasher que sirve únicamente para introducir la trama de la segunda temporada, aunque aquí ha faltado, de nuevo, un poco más de desarrollo.

No es un capítulo lleno de acción pero Andrew Kreisberg y los suyos no se han olvidado del cómic que adaptan por lo que los guiños al material original son constantes, ya sea con una escena inicial que parece sacada directamente de un tebeo de la edad de plata o referenciando a uno de los personajes estrella de DC.

Técnicamente la serie sigue cumpliendo dentro de sus límites, en ocasiones los efectos de Atom Smasher se ven demasiado evidentes pero hablamos de un equipo que consiguió trasladar a un personaje como Grodd (al que se referencia, acentuando aún más el carácter comiquero de la ficción) con notables resultados.

Conclusiones

A rasgos generales, con este estreno de temporada no han querido sacar su artillería pesada todavía, pese a plantar las semillas, y han optado por dejar bien atada una primera etapa que ya llega a su fin pero de la que con total seguridad seguirán recuperando cosas.

Ahora están en la posición adecuada para explorar todas las posibilidades que abre la singularidad y la misteriosa Tierra de la que provienen Atom Smasher y Zoom, el nuevo villano a batir.