Edición original: Batman and Robin núms. 15-18 USA
Fecha de salida: Septiembre de 2013
Guión: Peter Tomasi
Dibujo: Patrick Gleason
Formato: Tomo rústica, 96 páginas
Precio: 8,95 €
Con algo de retraso respecto a las demás colecciones relacionadas con la Bat-familia, que ya están de luto por lo acontecido en “Batman Inc. núm 2 (de 3)”, ECC nos ofrece el quinto tomo recopilatorio de “Batman y Robin”, enmarcado aún en el bat-crossover “Muerte de la familia”.
A medio caballo entre el anterior tomo y este, la trama relacionada con el regreso del Joker tras su desaparición durante un año pone en el punto del mira del Príncipe Payaso del Crimen a DamianWayne, el nuevo Robin, para quién ya tiene preparada una sorpresa.
La otra mitad del tomo, ya que lo relacionado con el Joker tiene lugar en los dos primeros capítulos de los cuatro que conforman el tomo, sirve para transportarnos a un lugar onírico en el que los protagonistas de la serie no quieren encontrarse o. por el contrario, ansían vivir sin despertar. Y tras ello, el número silencioso. Conmovedor, desgarrador y lleno de sentimiento sin que sea necesaria ni una sola palabra.
Peter J. Tomasi y Patrick Gleason vuelven a estar solos frente a la colección, sin ayuda ni sustituciones, y nos ofrecen lo que mejor saben hacer: explotar la complicada relación padre-hijo que hay entre estos Batman y Robin humanizando a dos personajes que en otras colecciones no consiguen desplegar su potencial como familia, resaltando que aquí en varias ocasiones la historia es un mero hilo conductor para profundizar en los personajes.
Lo primero a comentar del tomo es sobre la edición en sí, con la incomprensible decisión que ha tomado ECC en algo que ya se comentó en el cuarto recopilatorio. El arco argumental relacionado con el Joker transcurre en los números 13, 14, 15 y 16 de la colección. Cuatro números que, dada la naturaleza cuatrimestral de la colección, entraban perfectamente en un mismo tomo, sobre todo cuando en el anterior habían terminado con el número 12. Sin embargo, la editorial ha optado por partir ese arco argumental y meter en medio el primer anual de la serie (que DC publicó originalmente después de la historia del Joker), con lo cual, tenemos partido un arco argumental que cabía sin problemas ni esfuerzos en un mismo tomo.
Y es más, este quinto tomo habría multiplicado su interés si en él se hubiera incluido el anual porque, sin lugar a dudas, es de lo mejor que se ha publicado para explorar la relación entre Damian y Bruce (y Alfred), y habría sido el complemento perfecto para los números 17 y 18 de la colección, poniendo un broche de oro al volumen que tenemos entre manos. En vez de eso, tenemos una mezcla un poco extraña que corta el ritmo de la trama del Joker para retomarla cuatro meses después en un nuevo tomo. Como comentaba, una decisión un tanto extraña.
Más allá de decisiones editoriales (al menos en lo que respecta a la edición española) nos encontramos con un problema en el desarrollo de la trama. El mismo del que adolecen la mitad de las colecciones implicadas en “Muerte de la familia”. Por imposición de DC, la bat-familia al completo tenía que verse salpicada por el regreso del Joker, parando las colecciones para meter un relleno bastante prescindible que no aporta nada realmente. Lo vimos en “Escuadrón Suicida: Muerte de la familia” y en “Capucha Roja y los Forajidos: Muerte de la familia”.
“Batman y Robin” consigue salvarse de la quema por los pelos y, pese a ser bastante prescindible como trama, no llega a ser tan aburrida como otras. Peter Tomasi guarda el tipo y, sabiendo lo que le obligan a hacer después con Robin y por lo tanto con su colección, intenta aprovechar el potencial del personaje con lo que le dan. No obstante, no logra estar a la altura de lo que habíamos podido leer anteriormente (el enfrentamiento contra nadie, la guerra de los Robins, etc.) y no pasará a la posteridad como sí lo podrían hacer otros momentos de la colección.
En el dibujo volvemos a tener a un inspirado Patrick Gleason que vuelve a deleitarnos con su estilo dinámico y que tan bien usa los colores del petirrojo. Escenas llenas de acción y dramatismo, sobre todo hacia el final del tomo en el que nos encontramos con alguna viñeta espectacular y desgarradora, completan una narrativa visual muy característica de la colección (incluso antes del Nuevo Universo DC ya empezaba a ser así). Eso sí, su representación del Joker no llega a ser tan terrorífica como la de Capullo aunque sí igual (o más) de desagradable.
Con todo esto, el trabajo de Tomasi y Gleason vuelve a ser notable. Se nota que las exigencias de la cúpula editorial no dejaron de llegar y que el camino tomado no es el que hubieran querido seguir si hubieran gozado de una libertad que más bien ha sido sesgada. No obstante, han sabido salir a flote y obsequiarnos con los últimos dos números que componen este recopilatorio, que son una gozada.
Si nos centramos en el arco argumental relacionado con el Joker, y en el que de una forma u otra se han visto implicados todos los miembros de la familia del murciélago, la colección se deshincha y se aleja de lo que nos hubiera gustado leer. La decisión de dividir esos cuatro números innecesariamente en dos volúmenes quizás obedece a un intento de dosificar la mala trama y acompañarla de algo interesante (en el cuarto tomo teníamos el primer anual y en el quinto los últimos dos números, el 17 y el 18). De otra forma, los lectores podrían haber ignorado el cuarto e imprescindible tomo y haber pasado al quinto (mucho más interesante si se hubiera recopilado en el orden correcto).
Dicho esto, concluimos con una mezcla de sentimientos provocados por lo emotivo del final y lo prescindible del principio. Si lleváis la colección al día es una compra obligada, sobre todo por el último número que trae el tomo, la mejor representación de las secuelas que ha dejado la guerra entre Batman Inc. y Leviatán.
Escrito por Javi Garcia en Blog de Superhéroes. Si no estás leyendo esto en Blog de Superhéroes, el artículo original lo encontrarás aquí …http://blogdesuperheroes.es/resenas-batman-y-robin-5.