[Reseñas] Los Vengadores v4, 41

La serie principal de los Vengadores continúa en los derroteros de Jonathan Hickman, estando ahora en lo que parece su propio camino, alejado historias de otras series, como podrían ser las Incursiones que tenemos en la serie de Nuevos Vengadores pero prometiendo que habrá un cruce muy pronto. El escritor avanza en la interesante incógnita que nos dejaba en el número anterior con la presencia de esa versión “clásica” de los Vengadores pero que al mismo tiempo, parecían diferir bastante de los héroes más poderosos de la Tierra que todos conocemos. ¿Quiénes son entonces? Al final ha resultado ser una de las posibles respuestas obvias que se podían extraer del número previo.

Este número goza de una mayor sencillez a lo que generalmente nos tiene acostumbrado Hickman pues es un número dirigido a aclarar por completo la personalidad o identidad de esos nuevos Vengadores que han aparecido. Por desgracia, no es un número que cambie el devenir de los acontecimientos, ni para bien ni para mal. Tras este número, el lector probablemente siga manteniendo la misma opinión sobre este nuevo arco que ha comenzado tras Infinito, lo que no necesariamente debe ser algo positivo, pues para muchos, entre los que me incluyo, de momento le falta algo de chispa al asunto.

Echándole una vistazo en perspectiva a número, casi que se podría decir que no ocurre nada destacado. Lo que prometía ser un interesante enfrentamiento entre personajes casi de la misma condición, y sobre todo a la vista de la portada (a las que cada vez presto menos atención para que no me pase lo que aquí me ha ocurrido) acaba quedando interrumpido de forma abrupta para el lector, haciendo pues que el número quede excesivamente trivial.

Se podría achacar que esta historia forma parte de un todo mayor pero el problema está en qué aún no llegamos a ver ese todo. A nivel de argumento aún no tenemos demasiados detalles. Se van dando únicamente unas pinceladas de vez en cuando, pero aún estamos muy lejos de conocer qué camino va a seguir Hickman, o por ejemplo saber el motivo de haber creado entre enfrentamiento.

Por tanto estamos ante una historia que no ofrece nada nuevo, no nos deja grandes momentos de acción, y a nivel argumental no somos capaces aún de situarla.

El único lado más positivo, el arte de Salvador Larroca, que sin ser de mis preferidos, nos dejan unos interesantes dibujos de alta carga narrativa y con mucha fuerza. Un juego de zoom un tanto extraño en determinadas viñetas alejándose demasiado de los personajes y perdiendo así nivel de detalle, pero un dibujo muy vivo en lo demás.